ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE EMILIANO ZAPATA EN 1919
Nació el 8 de agosto de 1879, en San Miguel de Anenecuilco,
Morelos, en el seno de una familia campesina. Con una instrucción muy
elemental, en marzo de 1911 se lanzó a la lucha revolucionaria con un grupo de
campesinos, el cual fue creciendo en número hasta convertirse en un pequeño
ejército, al mando de Pablo Torres Burgos.
Tras la toma de Tlaquiltenango y Jojutla, murió Torres
Burgos y Zapata asumió la jefatura de la Revolución en el sur del país. Se apoderó de
Yautepec, Cuautla y Cuernavaca y siguió en campaña contra las fuerzas
federales, aún después de la caída del general Porfirio Díaz.
El presidente León de la Barra envió al Victoriano Huerta a combatirlo.
Madero conversó con el Caudillo del Sur en agosto de 1911 para persuadirlo que
licenciara sus tropas, con el compromiso de nombrar autoridades revolucionarias
en el estado de Morelos. El gobierno federal, lejos de hacerlo, reiteró las
órdenes de combatirlo para imponer la paz. Zapata, con sus fuerzas casi
aniquiladas, se retiró a los límites con Guerrero, rehizo su ejército y, para
octubre, amenazaba el Distrito Federal.
Zapata volvió a entrevistarse con Madero, siendo éste ya
presidente de la República ,
pero sin llegar a ningún acuerdo. Zapata regresó a la guerrilla y, el 25 de
noviembre de 1911, lanzó el Plan de Ayala, donde plasmó sus ideas agraristas.
En mayo de 1913, al usurpar el poder Victoriano Huerta, Zapata lo declaró
indigno de estar en la
Presidencia y se exacerbó la persecución en su contra.
En 1914, formado el Ejército Libertador del Centro y del
Sur, Zapata controlaba todo el estado de Morelos y había extendido su
influencia a otras entidades. Derrotado Huerta, los carrancista cortaron el
paso de los zapatistas hacia el Distrito Federal, cuando ya se encontraban en
las inmediaciones de Milpa Alta. Carranza rechazó las pretensiones agrarias de
Zapata y éste entró en contacto con Francisco Villa. Sus representantes en la Convención de
Aguascalientes desconocieron al Primer Jefe, reiniciando las hostilidades.
En 1916, el gobierno de Carranza, ya instalado en la ciudad
de México, organizó una poderosa ofensiva dirigida por el general Pablo
González, quien en mayo recuperó casi todas las poblaciones que estaban en
poder de los zapatistas; sin embargo, para fines de ese año, los
constitucionalistas evacuaron el estado de Morelos, diezmados por el paludismo
y las guerrillas. Así, los zapatistas pudieron recuperar algunas poblaciones a
principios de 1917.
Entonces, Zapata expidió la Ley Administrativa
General para el Estado. Se reinició la producción y se abrieron escuelas
mientras en la periferia continuaba la actividad guerrillera. Una vez
promulgada la
Constitución y celebradas las elecciones, Carranza asumió la Presidencia de la República y se propuso
acabar con el zapatismo. Para octubre de 1918, Zapata nuevamente era un
fugitivo. En enero de 1919 publicó un manifiesto culpando a Carranza de todos
los males que padecía el país.
La lucha entre las fuerzas del gobierno y las zapatistas fue
sin cuartel. Ante la imposibilidad de convencer a Emiliano de traicionar su
causa y las peticiones de los campesinos, Carranza ideó la traición, utilizando
a Jesús Gallardo.
Este lo convenció de estar descontento con Carranza, de
sentirse traicionado y le habló de la posibilidad de que él, Guajardo, y su
gente, se pasarían a luchar al lado de las fuerzas zapatistas.
Emiliano le creyó. Acordaron reunirse enla Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de
1919, y en ese sitio Zapata murió preso de una emboscada. No pocos condenaron
el procedimiento. Además, esto dio lugar a que, una vez muerto, Zapata se
convirtiera en el Apóstol de la
Revolución y símbolo de los campesinos desposeídos.
Emiliano le creyó. Acordaron reunirse en
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