23 de septiembre de 1948 Decreto que cambia la denominación de Ejército Nacional por Ejército Mexicano.


La historia de México, también lo es del Ejército Mexicano, que tras una diversidad de denominaciones desde su nacimiento con el movimiento de independencia de 1810, continuaría en las diversa etapas por conseguir nuestra nacionalidad, con una presencia de primer significado en defensa de nuestra identidad.

Por más de cien años de lucha casi continúa, el Ejército en México sostuvo los principios de la Nación, ante una diversidad de peligros. Repetidas veces se hizo necesario que los ciudadanos nutrieran sus filas para afrontar amenazas de inestabilidad en el interior o invasiones e intervenciones provenientes del exterior. En aquellas ya lejanas etapas, nuestro ejército recibió varias denominaciones como: Ejército de la República, Ejército Federal, etc. Que en cierto sentido favorecería la confusión con los cuerpos armados de otros países, que también empleaban tal nombramiento.

Con el despertar de la sociedad mexicana en la primera década del siglo por concluir, nuevos ejércitos populares surgieron para oponerse a la dictadura en la expresiva etapa armada de la Revolución Mexicana de 1910. Los caudillos más sobresalientes tenían gran ascendencia sobre sus subordinados; situación que dificultaba la unificación de aquellas fuerzas armadas forjadas en la Revolución.

Con el decreto emitido por el Congreso del estado de Coahuila el 19 de Febrero de 1913, que facultaba al gobernador Venustiano Carranza como caudillo del movimiento, nació el Ejército Constitucionalista, para recuperar el orden constitucional alterado por la usurpación que obligó a la renuncia del presidente Madero y su posterior sacrificio.

En el liderazgo de Venustiano Carranza, la Revolución Constitucionalista se fortaleció. Dos Cuerpos de Ejército y la División del Norte al mando de los Generales Alvaro Obregón, Pablo González y Francisco Villa fueron los artífices del triunfo que obligó a la rendición política y militar de la usurpación. La lucha de facciones fue la siguiente etapa como muestra de la dificultad existente para la unificación militar.

A partir de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en Febrero de 1917, se sintió la necesidad de contar con un Ejército unificado y la expresión institucional, para apoyar el proyecto de gobierno que buscaba los principios de la Revolución. Para entonces, la confusión aún se mantenía en razón del concepto Ejército Nacional como ya existía en otros países.

Después de algunos regímenes revolucionarios que dieron continuidad a una política sexenal para conducir y sostener el crecimiento de México, llegaría el momento definitivo en la administración del presidente Miguel Alemán Valdés, cuando se consideró de urgente necesidad definir el concepto del Ejército en México, conforme a una denominación propia que evitara confusiones:

“...Es conveniente designar al ejército mediante una expresión adecuada y en consonancia con el papel que corresponde a nuestro país en el concierto de las naciones...” Finalmente el 22 de septiembre de 1948 y a partir de su publicación en el Diario Oficial de la Federación del día siguiente se definió que: “En lo sucesivo, en todas las referencias, usos y costumbres del ejército, se empleará el término “Ejército Mexicano” para designar a dicha institución.“ De esta manera quedaba definida su posición institucional como pilar del Estado Mexicano.

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