20 de julio de 1923, muere asesinado en Parral, Chihuahua, Francisco Villa, el Centauro del Norte
Su verdadero nombre era Doroteo Arango. Nacido en
la hacienda de Río Grande, jurisdicción de S. Juan del Río, Durango, era hijo
de Agustín Arango y de Micaela Arámbula.
Dedicado desde la infancia a las labores del campo, pronto
fue excelente caballista. Huérfano todavía adolescente, jefe de familia,
defendió a una hermana ofendida por uno de los dueños de la hacienda en cuyas
tierras trabajaba, y que abandonó para rehuir la persecución de una justicia
parcial. Cambió entonces su nombre por el que se hizo famoso no sólo en la
historia de la
Revolución Mexicana , sino en todo el mundo, que le conocerá
por Pancho Villa.
Villa se unió a la campaña maderista en 1909, bajo la
influencia de Abraham González, gobernador a la sazón del estado de Chihuahua.
Aunque Villa no tuvo educación escolar, sus actividades comerciales le habían
hecho aprender a leer y escribir. Su compromiso de levantarse en armas contra
la dictadura de Porfirio Díaz, lo cumplió el 17 de noviembre de 1910, al atacar
la hacienda de Cavaría, en Chihuahua, al que le siguieron los encuentros de San
Andrés, Las Escobas y Ciudad Camargo.
Desde un principio se destacaron sus dotes como combatiente
y organizador, ayudado por el exacto conocimiento del terreno que pisaba.
Conoció a Francisco I. Madero, en la hacienda de Bustillos, ante el cual se
presentó con regular número de tropa, disciplinada y bien pertrechada. Recibió
entonces el grado de coronel. Es significativo que ya figurara entre militares
de mayor historia, entre los que concurrieron a la junta convocada por Madero
el 1 de mayo de 1911, frente a Ciudad Juárez, para concertar la paz.
Por su lealtad y méritos en campaña ascendió a general
brigadier honorario. Triunfó en Conejos y en la importante acción de Rellano.
El recelo de Victoriano Huerta le provocó dificultades, y estuvo a punto de ser
fusilado. Remitido preso a la ciudad de México, se fugó de la cárcel Militar en
1912, y pasando por Guadalajara y Manzanillo, marchó a Estados Unidos.
Regresó al país a la muerte de Madero; se internó por
Chihuahua con sólo ocho hombres, a los que se unieron pronto miles de soldados
que le siguieron en sus acciones de guerra. Fue auxiliado con dinero por el
gobernador de Sonora, José María Maytorena. Combatió contra los generales
Salvador R. Mercado y Félix Terrazas. A este último le hizo 237 prisioneros,
que fusila en cumplimiento de la
Ley de 25 de enero de 1862.
En Ciudad Jiménez, en septiembre de 1913, se constituyó la
famosa División del Norte, poco antes del ataque a Torreón, y que su origen
comandó Villa. Las dos batallas que precedieron a la toma de Torreón, ocurridas
el 30 de septiembre de 1913 y abril de 1914, son consideradas dignas de figurar
en tratados en materia bélica.
De vuelta a Chihuahua, atacó a la capital, y con la rapidez
que desconcertaba a sus adversarios, marchó sobre Ciudad Juárez que ocupó el 15
de noviembre de 1913. Dio después la batalla de Tierra Blanca, en la que
desarrolló su intuición militar. Toda una división federal fue derrotada,
apoderándose de parque e implementos. Ganó al poco tiempo la batalla de
Ojinaga, y el 8 de diciembre de 1913 entró a la ciudad de Chihuahua, donde
asumió el cargo de gobernador provisional.
Demostró capacidad administrativa; restableció el orden,
abarató los artículos de primera necesidad, abrió el Instituto Científico y
Literario; condonó contribuciones atrasadas, y emitió papel moneda. Aunque dejó
el gobierno el 8 de enero de 1914 en la práctica, ejerció el poder varios meses
más. En marzo combatió en Gómez Palacio, ya incorporados a la División del Norte los
generales Felipe Ángeles, José Isabel Robles y Raúl Madero.
Inaugurada la
Convención el 1 de octubre, se trasladó el 10 a Aguascalientes Ahí se
unieron zapatistas y villistas en contra de los afectos a Carranza. La Convención cesó a Villa
y a Carranza de sus cargos pero bajo la presidencia del general Eulalio Gutiérrez,
Villa fue designado jefe de Operaciones de la Convención. Entró
a la ciudad de México con Emiliano Zapata el 6 de diciembre de 1914.
La controversia política se desplazó a los campos de
batalla; Villa fue derrotado en la zona del Bajío: Celaya, León y Trinidad. Se
vio obligado a regresar a su punto de partida, al norte, donde siguió
combatiendo hasta 1915. Fracasó en una incursión sobre Sonora. Atacó Columbus,
lugar fronterizo de Estados Unidos, y provocó la llamada Expedición Punitiva.
Sus tropas se redujeron y aunque tuvo fuerzas para amedrentar a los
congresistas de Querétaro (1916-1917), Villa había perdido su categoría de jefe
de ejércitos para volver a su condición de temido guerrillero, y entrar en la
leyenda.
Nombrado presidente interino Adolfo de la Huerta en 1920, se efectuó
en mayo de 1920 una entrevista cerca del pueblo de Allende, Chihuahua, entre
los generales Francisco Villa e Ignacio C. Enríquez, con el objeto de que el
primero reconociera al gobierno surgido del Plan de Agua Prieta, y de que
depusiera las armas, ya que Venustiano Carranza, contra quien luchaba, había
sido muerto. Antes de concluir las entrevistas y como las tropas de Enríquez
planeaban aprehender a Villa, éste esquivó estas tropas y se retiró.
Por fin Villa se amnistió gracias a los buenos oficios
de su amigo Elías Torres, firmándose los Convenios de Sabinas. Se le reconoció
el grado de general de división con haberes completos, y recibió en propiedad
el Rancho de Canutillo de 25 mil hectáreas, cercano a Hidalgo del Parral,
Chihuahua, que explotó con sus antiguos compañeros de la División del Norte, los
Dorados.
El 20 de julio de 1923, Villa, en compañía de su fiel
compañero de armas, el coronel Miguel Trillo, cae asesinado víctima de una
emboscada que le tiende Jesús Salas Barraza en las entradas de la ciudad de
Parral.
Sus restos fueron profanados en febrero de 1926, cuando un
estadounidense viola la tumba en donde descansaban y se llevó a su país la
cabeza del Centauro del Norte. En 1967 se colocó su nombre, con letras de oro,
en el recinto de la Cámara
de Diputados, y el 20 de noviembre de 1969 se inauguró una estatua ecuestre con
la efigie de Villa en la ciudad de México.
fuente: http://www.bicentenario.gob.mx
fuente: http://www.bicentenario.gob.mx
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